Doze Green

Después de pintar en los años 70 en los trenes de Nueva York, Doze Green se destacó rápidamente gracias a su estilo gráfico ya muy reconocible. Expuso en 1981, cuando era solo un joven, en la Fun Gallery, en Fashion Moda y en Tony Shafrazi junto a Keith Haring y Rammelzzee, quien se convirtió en su amigo y mentor. Luego hizo presentaciones de break dance en galerías como miembro del famoso Rock Steady Crew.

Doze Green se despliega así a lo largo de las décadas como una figura legendaria de la cultura hip-hop, presente en las películas de culto Style Wars y Wild Styles.

Sin encerrarse en el hip-hop o el graffiti, sin embargo, se interesó temprano en ciertos campos del conocimiento como la religión comparada, lo que lo llevó a trazar correspondencias entre los mitos de diferentes culturas, para actualizar la parte irracionalidad y magia del alma humana. Esta visión transcrita en lienzo a través de una escritura única le otorga un lugar destacado en la escena artística internacional.

Continúa exponiendo por todo el mundo y deja una profunda huella en una nueva generación de artistas en busca de espiritualidad y nuevas formas artísticas, como los Os Gêmeos que reconocen su gran influencia en su obra.

A principios de la década de 2010, Doze Green se mudó a California en el País Dorado, donde llevó una vida en total autarquía dentro de su granja mientras pintaba en su estudio para galerías de todo el mundo. Esta nueva vida desconectada del mundo urbano y nutrida a diario por el ciclo de la naturaleza, le da un nuevo soplo de inspiración.

En 2015, fue uno de los personajes históricos presentados en la exposición The Bridges of Graffiti, junto a Futura, Boris Tellegen o Mode 2, en la Bienal de Venecia. Residiendo en Italia desde hace poco más de un año, su obra permanece hoy influenciada por las energías que recorren la historia de diferentes civilizaciones y por la cosmogonía. La disposición de sus líneas construye personajes con una interpretación que no es ni figurativa ni abstracta, que participa de un cubismo casi orgánico, procedente tanto del grafiti como de la caligrafía.

Representado desde 2013 por Galerie Openspace con quien ya ha producido dos exposiciones (2013 y 2015), Doze Green muestra en sus obras otra parte de su relación con el mundo y con la historia humana. Conectado y alienado por diferentes tecnologías de la información, el hombre se encuentra en una proyección permanente de sí mismo, solo haciendo recuerdos de momentos que no ha vivido para revivirlos un poco más tarde, con nostalgia.