Vesna BECHA-BOJOVIC

Nací en París en 1971. Francesa de origen montenegrino, mi nombre es una estación: primavera. Esto es lo que determinó mi entusiasmo por la naturaleza. Comencé temprano en la fotografía, mi ojo y mi mente siempre atentos a capturar una imagen tanto con mi cámara como con mi alma.

En los años 1989-1994 me dediqué a la fotografía en blanco y negro, en su proceso completo desde el rodaje hasta el revelado en el cuarto oscuro. A veces he abandonado mis objetivos en favor de otras expresiones artísticas, pero nunca las abandoné por mucho tiempo. Sin ningún enfoque particular, mi visión del mundo no es inmutable ni fija en el espacio-tiempo. Está a mi imagen: en perpetua evolución. No me importa qué tecnología se utilice, ya sea la más sofisticada o la más sencilla, lo único que importa es la percepción del ojo que mira.

Ciento mi trabajo en el ser humano y desde hace varios años me he centrado en la belleza y las emociones sorprendentes que me inspira la naturaleza, que no necesito sublimar, simplemente someterla a la vista tal como se me aparece a mí: sin artificios.