Clément Denis

Clément Denis creció entre las orillas del Loira y la isla de Noirmoutier. El dibujo y la pintura ocuparon un lugar más importante desde su adolescencia. Una práctica que se instaló por necesidad, tenía cada vez más la necesidad de realizar las imágenes, las composiciones que tenía en mente. Es un pintor figurativo realista con tendencia expresionista, que no se siente apegado a ningún movimiento en particular. Clément Denis ve su trabajo como el producto de la absorción del mundo que lo rodea. Sus series se suceden estimuladas por diferentes deseos. Su pintura ha tomado recientemente una dirección más espiritual. Sus fuentes de investigación e influencia son diversas: mitos, leyendas, escritos religiosos, esotéricos pero también científicos lo acompañan en esta búsqueda por comprender el mundo y la vida. Se niega a condicionar sus obras en un solo eje de lectura, a riesgo de limitarlas. Clément Denis deja una total libertad de interpretación según el nivel de cultura, conciencia y sensibilidad de cada uno. Una dimensión social con el objetivo de unificación, universalización y no exclusión, en torno a este pilar social que es el arte. Ve al pintor como un observador, un revelador cuya vocación es ofrecer una posibilidad de mirada a un mundo de ciegos.