Manyoly

Manyoly descubrió el mundo del arte a través de la representación de artistas. Desde los 17 años dirigió una galería, actividad que desarrolló durante seis años. Cuando viaja a Asia, el retrato es una revelación para ella. De regreso, abrió una nueva galería en Marsella y comenzó a pintar retratos de mujeres en paralelo. Aprende las técnicas y busca su propio estilo. Habiendo alcanzado la madurez, exhibe sus obras y muy rápidamente, logra ganarse la vida con su arte. Sus pinturas están particularmente inspiradas en el entorno en el que se desarrolla Manyoly. La ciudad de Marsella es para ella un descubrimiento permanente, rico en paradojas. Allí también descubrió el arte urbano, un arte que ahora también practica en las ciudades a las que va. Estas influencias se reflejan en los lienzos del artista a través de la profusión de colores vivos, y podemos percibir con claridad referencias al arte callejero. En sus retratos, la mirada es fundamental: comunica la esencia de la obra. Para cada obra, el artista explora constantemente nuevos medios: papel, pintura sobre madera, trabajo con cuchillo, en busca del resultado perfecto. Sus retratos, en colores universales, ahora se exhiben permanentemente en Francia y Canadá. Manyoly está referenciado en el Diccionario de artistas cotizados desde el siglo XV hasta la actualidad (Guid'Arts)