Jivya Soma Mashe

Jivya Soma Mashe nació en la tribu Warli a solo 200 kilómetros al norte de Mumbai. La historia de Jivya Soma Mashe es única. Abandonado por su familia desde muy pequeño, se encierra en un silencio total. Su única forma de expresarse es dibujando. Esta práctica cotidiana de un arte hasta ahora exclusivamente efímero y practicado sólo con motivo de los ritos Warli, llamó la atención de los primeros emisarios del gobierno, encargados de preservar y promover el arte de los Warli. Su talento se notó rápidamente a nivel nacional. En 1976 recibió los premios artísticos más importantes del país. Desde este período de retiro en sí mismo, Jivya Soma Mashe parece haber conservado una imaginación y, sobre todo, una sensibilidad excepcional. Cuando miras de cerca las pinturas de Jivya Soma Mashe, te sorprende especialmente el movimiento, la calidad de los detalles, la ligereza y, al mismo tiempo, la precisión de la línea. La vacilación no existe en el trabajo de Jivya Soma Mashe. El artista va directo al grano, tanto en el dibujo como en la composición, con la sencillez de lo evidente, lo ingenuo, lo natural. Cada detalle de sus pinturas atestigua esto. La línea, la línea y los puntos abundan, pululan sobre el lienzo, vibran y se ordenan según hábiles composiciones que, por sí mismas, refuerzan la vibración del conjunto. El detalle y la composición general de la obra están al servicio del movimiento. “Hay humanos, pájaros, animales, insectos, etc. Día y noche hay movimiento. La vida es movimiento. Con estas palabras, Jivya Soma Mashe, describe el sentimiento profundo que anima el alma warli.