Marius Zabinski

Nacido en 1956, Marius comenzó su carrera como pintor muy temprano, justo después de completar sus estudios de cuatro años en la Escuela de Bellas Artes de Varsovia, Polonia. Su técnica pictórica ya revelaba un notable edecectismo de estilos. Es uno de los pocos tipos de artistas que pudo ganarse la vida con sus pinturas desde el principio, a diferencia de muchos otros que sólo tienen el éxito suficiente para hacerlo mucho más tarde en sus carreras.

Comenzó su carrera en Francia después de ser descubierto en Varsovia por un galerista francés. La llamada de esta meca artística resultó irresistible para el joven artista y, aunque ya tenía éxito comercial, lo arriesgó todo y se mudó a París en 1980. El marchante de arte que lo representaba en ese momento organizó para él varias exposiciones personales. Marius quedó muy satisfecho con el alentador resultado de su debut ante el público parisino, pero al mismo tiempo alimentó su pasión secreta: pintar en su estilo cubista, que intuitivamente entendía como una de las pocas áreas de la pintura que había aún no había sido explotado en su totalidad y dentro del cual aún quedaba mucho por descubrir y crear.

Las pinturas cubistas contemporáneas que se ven en las galerías son generalmente pastiches inspirados en los grandes maestros del género y sólo tienen una importancia secundaria, aunque sean agradables a la vista. La situación es muy diferente en el caso de las obras de Marius, que revelan una personalidad individual diferente a la de cualquier otro artista. Él mismo se ha convertido en un referente del género. La existencia de un gran número de conocedores y expertos aficionados que aprecian y coleccionan su obra es una prueba de que Marius se perfilará como un maestro reconocido.