David Ferreira

David Ferreira es un artista pintor francés nacido en 1982. Toma algunas lecciones de pintura siendo pequeño, pero nunca estudia arte en la educación superior. Es en total autodidacta que el joven artista se forma en la creación. Influenciado por su padre que trabajaba como carpintero, David Ferreira se orienta al dibujo en la construcción y comienza una carrera como topógrafo. El dibujo rápidamente se vuelve más importante que el edificio y David Ferreira se embarca completamente en la pintura. Su pasión por el arte geométrico y las matemáticas definirán su arte y su estilo. Ecuaciones con varias incógnitas, formas cuadradas redondas y triangulares, rompecabezas... se convertirán en sus motivos de predilección. Con un signo aritmético, David Ferreira saca a relucir una pintura sobre lienzo figurativa. Así es como nace Toto, su protagonista estrella, salido directamente del patio de recreo. Aunque se inspira en las ciencias y el rigor, su arte es instintivo, generalmente parte de una tarea que desarrollará y dejará vivir en su lienzo. David Ferreira ama la pasión y la hace sentir a través de sus obras. Dejará que la pintura se desborde en los bordes del cuadro, la revelará en tres dimensiones, dando la impresión de que el lienzo existía antes que la pared que la sostiene. Para obras más minuciosas, como sus obras basadas en el famoso juego de Rubiscube, cubo multicolor de los años 80, el artista aún elabora un croquis en su mente o unas líneas que el lienzo que podrá seguir para cumplir con los imperativos de perspectiva. Sin dudarlo, los materiales se codean con los colores y nutren las formas geométricas. La tela, el cuero o el metal pueden apoyar el lienzo en su relieve. El artista cambiará el pincel por una paleta, un cuchillo o simplemente usará sus dedos si le apetece. Muy activo frente a su lienzo, necesita dar un paso atrás, dejar que su gesto se exprese y por eso prefiere los grandes formatos a los más pequeños, porque le dan más libertad. Ahora cubiertos con un barniz brillante, los lienzos se revelan en todos sus colores y movimientos. El visual cambia a medida que avanza el día, resplandece. Su obra y su carrera pueden recordar a Basquiat en ciertos puntos, fuente de inspiración para David Ferreira que no olvida hacer referencia a él en sus obras. Las pinturas de David Ferreira se reconocen por su firma, pero también por su número fetiche, el número 15. Con un gran valor simbólico para el artista y su familia, se relaciona con eventos felices, y sigue al artista en cada uno de sus cuadros.