La litografía es una técnica de impresión que permite la creación y reproducción de varios ejemplares de un trazado con tinta o lápiz sobre una piedra caliza. Aparecida a finales del siglo XVIII en Alemania, tuvo un éxito rápido en toda Europa en el siglo XIX. Sigue siendo una técnica de actualidad, aunque ha evolucionado, tanto en sus soportes como en sus usos. La técnica de impresión litográfica se basa en un proceso químico, basado en el antagonismo entre el agua y las materias grasas. El tema a imprimir se dibuja directamente sobre la piedra, con tinta o lápiz graso, o "reportero", según un dibujo mediante un papel de calco. Después, la piedra caliza se humedece y luego se cubre con tinta grasa. Hidrófoba, esta solo se adhiere a las líneas del dibujo, mientras que es repelida en todas las zonas húmedas. Solo queda poner el papel sobre la piedra y pasarlo todo en la prensa.
Poco a poco, esta técnica se ha ido aplicando a otros soportes además de la piedra, como el zinc y el aluminio. En el siglo XIX en particular, la litografía cubrió varios usos y posibilidades. Muy utilizada en las caricaturas de prensa por su rapidez de ejecución gracias a la rotativa tan necesaria para cubrir la candente actualidad, también tiene una utilidad comercial (etiquetas, impresión de partituras de música) y, por supuesto, artística.
Es esta última función la que obviamente nos interesa. Se divide en dos usos distintos. El primero es, por así decirlo, un medio artístico: artistas como Henri de Toulouse-Lautrec la utilizan para crear obras originales en varios ejemplares, mientras que otros la utilizan para la reproducción de sus trabajos. Muy de moda por aquel entonces, todavía encontramos muchas litografías de inspiración art nouveau y art déco.
La litografía permite el rápido desarrollo de la creación tipográfica y, por tanto, artística. Permite obtener un dibujo original muy fácilmente. Da rienda suelta a la fantasía y permite la producción de obras con estilos infinitos.
En el siglo XX, la litografía es muy utilizada para crear, en particular, productos derivados y carteles de exposiciones, a menudo creados por los propios artistas. Por ejemplo, Miró y Picasso tuvieron una abundante producción de carteles realizados con esta técnica.
Hoy solo subsiste la litografía artística. Como la fotografía o incluso el grabado, esta tiene la particularidad de ser una obra de arte múltiple. Su valor de mercado depende, por tanto, de la popularidad del artista y de la calidad de la impresión, pero también, y sobre todo, del número de ejemplares en los que se produce. La información clave para el comprador es, por tanto, el número del ejemplar y el de la tirada total, lo que se denomina la “prueba de la tirada", que evita la imitación vulgar y asegura la autenticidad.
Entre los imprescindibles de Artsper encontrarás las litografías de los grandes maestros del siglo XX (Niki de Saint Phalle, Andy Warhol, Roy Lichtenstein, Jean Cocteau, Victor Vasarely, Salvador Dali, Zao Wou-Ki...), pero también artistas contemporáneos reconocidos, como Hervé Télémaque, Yan Pein Ming y muchos otros. Hay que saber que cualquier litografía que se vende en el sitio es seleccionada con cuidado, siempre es una edición con una tirada limitada a 300 ejemplares o firmada por la mano del artista. Una de las técnicas más utilizadas aquí será el aguafuerte sobre papel.
¿Quiere descubrir la obra de arte perfecta para usted?
Díganos lo que le gusta y en unos pocos clics obtendrá una selección de obras de arte seleccionadas sólo para usted. Con Artsper, te encantará comprar arte.