Retrato

Ninguna obra coincide con su criterio de búsqueda

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Retrato

El retrato es uno de los temas más antiguos del arte, que se remonta a la época del antiguo Egipto. Historia del arte el retrato comienza con pinturas reservadas a los reyes y a los dioses, observables sólo en las tumbas. Está, en la medida en que la memoria puede dibujar sus relatos, íntimamente ligada a la representación del individuo e introduce la noción de sujeto. El autorretrato sigue la misma historia pero no la misma evolución. La antigua Grecia utilizaba el retrato como representación de los dioses. La individualización del tema se extiende entre las conciencias, considerando primero a los nobles y luego a las clases más populares, como atestigua el retrato encontrado en el fresco de Pompeya de Terencio y su esposa, propietarios de una panadería. Sin embargo, se ve mermada por la expansión del cristianismo, que prohíbe a los artistas pintar otras escenas que no sean sagradas y desaparece durante un tiempo de los formatos defendidos por los artistas. No fue hasta los siglos XIV y XV cuando se produjo una verdadera ruptura con las prohibiciones artísticas exigidas por el cristianismo. El retrato adquirió entonces todo su alcance con la consagración del arte flamenco, que ejerció una influencia en toda Europa que sólo Italia podía pretender rivalizar. Los pintores flamencos inventaron una técnica para representar el retrato que combinaba la experiencia, los materiales y una mayor conciencia del individuo, y que se convirtió en parte del realismo artístico. El artista Jan Van Eyck pone en práctica su gran observación y paciencia en sus retratos, la adición consecutiva de detalles da una ilusión de realidad casi perfecta. El siglo XV es el siglo de Italia, ya que descubre artistas y obras que revolucionaron la pintura, como Giotto, cuya fuerza plástica y la intensidad de su pintura marcan sus retratos. Durante varios siglos, se tendió a idealizar para halagar a los comisionados que hacían pintar sus retratos. Luego, poco a poco, el retrato se democratizó y los artistas se interesaron por otros personajes, menos ricos y, por tanto, menos exigentes, entregando obras cada vez más realistas. El retrato sigue las diferentes evoluciones de la pintura moderna y, en el siglo XX, más que acercarse a la verdad, los pintores utilizan el retrato como medio para experimentar con nuevas técnicas y teorías artísticas. En lugar de ser un reflejo de la realidad e intentar acercarse a la verdad perfecta del sujeto, el retrato se convierte en objeto de una rienda suelta a la imaginación, dejando a los artistas dueños de su expresión y a los espectadores de su interpretación. Existe hoy en día una enorme variedad de retratos inusuales que no buscan halagar a sus modelos sino dejar libre su expresión. Rostros desfigurados, collages sorprendentes, formas apenas humanas o incluso criaturas medio humanas medio animales: todo está permitido y la creatividad se desborda.
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