Alejandra Franco

Alejandra Franco trabaja con loza desde hace 30 años. Su casa-taller, en la que todos participan, se encuentra en la ciudad de Concordia, provincia de Entre Ríos, en el norte de Argentina. Un día, empezó a esculpir a sus vecinos, la gente de su barrio, sus amigos, los argentinos en lo que tienen más típico y más sencillo, entre otras cosas el compartir del "mate", diario, entre hombres, entre mujeres, entre vecinos. Sus personajes son alegres, juegan, bailan, discuten, sonríen, hacen un asado. Sentimos su placer de vivir. Los colores de sus ropas son relucientes, casi demasiado fuertes, como si todas estas personitas, insignificantes a los ojos del planeta, todavía quisieran hacerse notar, sin hacer demasiado ruido. Podemos ver claramente que los argentinos del norte son mixtos. Estamos lejos de la representación global de cuerpos perfectos, retocados al extremo, Alejandra crea personas banales, ni altas ni hermosas, ¡pero tan entrañables!