Do Penders

Desde niño, dos expresiones artísticas han sido fundamentales para él: la música y el dibujo.

Las clases particulares de piano con la técnica rusa de un profesor del Conservatorio de Moscú le enseñarán: disciplina, paciencia, rigor.

Paralelamente se continuará con la educación superior en el conservatorio y bellas artes.

El artista DÔ desarrolla una sensibilidad instintiva, sin análisis para satisfacer una necesidad de sintetizar gráficamente una emoción, sin el vicio de asfixiantes convenciones.

Una creatividad que rima con espontaneidad, en forma de arabescos libres, dejando de lado cualquier restricción de reglas definidas El retrato sirve para promover el sentir de las emociones del espectador para compartir, para crear una ósmosis, una interacción y en una segunda lectura, integrando el placer de las oposiciones que se sienten en el escenario de la ópera: la vista y el tacto de materiales como plumas, encajes, cuero, acero... El artista DÔ expone internacionalmente.