Mitch Dobrowner

Mitch Dobrowner creció en el lado de Long Island, Nueva York. Un poco perdido en su adolescencia, el joven realmente no sabía qué hacer con su vida hasta el día en que su padre le puso una vieja cámara Argus en sus manos. Y no pasó mucho tiempo antes de que Mitch se volviera adicto a la fotografía. Fue a la edad de 21 años que decidió dejar el trabajo, la familia y los amigos para explorar el suroeste de Estados Unidos. En California, conoció a su esposa con la que tendría 3 hijos y comenzó un estudio de diseño con ella. En este momento, Mitch abandonó la fotografía para dedicarse por completo a su estudio y su familia. No fue hasta principios de 2005, alentado por su esposa, sus hijos y sus amigos, que volvió a la fotografía. Hoy, Mitch Dobrowner se define a sí mismo como un entusiasta ansioso por recuperar el tiempo perdido y crear imágenes que hagan justicia a la belleza de nuestro maravilloso planeta. Con tomas en blanco y negro de rara intensidad, el fotógrafo logra restaurar la magia y belleza a veces surrealistas de los paisajes que nos rodean. Con pasión, captura la emoción, esta fuerza misteriosa y esta vida insolente que riega la naturaleza. Como verdadero artesano de la fotografía, Mitch reivindica la herencia y la influencia de los grandes fotógrafos del pasado y, en particular, la de Ansel Adams, quien siempre ha sido una verdadera fuente de inspiración para él.