Geralyn Inokuchi

Su enfoque de una pintura comienza principalmente con las impresiones de color, movimiento y textura que observa en el entorno que la rodea. Estas impresiones se utilizan como base para una pintura expresionista que captura el gesto y la línea. También hay profundidad en las pinturas, que se crea a través de un proceso de vidriado y acumulación de capas de papel y pintura a través de la experimentación. Estas capas crean la paradoja de algo muy trabajado pero simple en su apariencia.

En su trabajo actual, se ha encargado de utilizar una paleta limitada para limitar su enfoque y poder concentrarse en el contraste y el movimiento.

Cuando trabaja, siempre siente como si un cuadro se presentara con un rompecabezas que tiene un número infinito de piezas y un número infinito de soluciones. Cuando elige una pieza del rompecabezas, la solución comienza a formarse; sin embargo, todo puede cambiar en cualquier momento con la siguiente pieza que elija, por lo que el experimento continúa hasta que de repente se ve una solución. El resultado es una pieza que tiene una claridad y es evocadora de vidas dentro de nuestro entorno.

La inspiración para su trabajo proviene de lo que observa en sus caminatas diarias por la costa de Oregón.

Recientemente se dio cuenta de que no podía dejar de pintar una tormenta.

Parte de eso debe ser la influencia de vivir en la costa de Oregón, donde el medio ambiente puede ser extremo. Pero no es solo su entorno natural lo que la inspira. También cree que la tormenta que pinta tiene que ver con el entorno político y social que todos experimentamos en este momento. Para ella, el mundo tiene que ser procesado y liberado a través de la pintura. Es la única forma en que puede articular el mundo que observa.