Hilda Soyer

Hilda Soyer es una escultora francesa de origen holandés. Influenciada por su madre y su abuela, ellas mismas artistas, la creación es obvia. Después de su formación en fotografía, se dedicó a la escultura, que aprendió en el taller “Terres de feu”. Posteriormente, se le presenta la técnica japonesa del raku, que es fundamental para su trabajo. Primera etapa de esta técnica, las piezas, después de haber sido modeladas y esculpidas, se cuecen por primera vez en un horno tradicional. En un segundo paso, se trata de elegir los colores, los óxidos y el esmaltado para luego sufrir una segunda cocción que, gracias al choque térmico, provocará el agrietamiento del esmalte. Luego se encierran para despertar ciertos colores. Finalmente, el artista los rocía con agua y luego limpia los residuos de hollín para revelar los colores finales. La escultura permite al artista dar vida a su imaginación poética, llena de humor y ternura. De este modo, modela personajes conmovedores, intrigantes y oníricos, que se exhiben en todas partes de Francia.