Philippe Delenseigne

Philippe Deligne nació en Calais – Francia en 1971.

En su profunda reflexión conceptual, Philippe Deligne organiza su obra a partir de un conocimiento visual que puede dar vida a una lectura del arte a contrapelo. Más cercano al concepto de escultura que al de pintura, sus obras presentan elementos comunes a ambos. Jugando con una visión bifocal, es decir, fijando las características intelectuales del otro a uno y viceversa, logra completar el mensaje que el arte siempre ha llevado consigo: existencia material y existencia espiritual.

La investigación y la curiosidad son características que le son comunes: en las delicadas obras vinílicas, obras evocadoras a medio camino entre la pintura y la escultura, las gotas de cola caliente superpuestas desarrollan paisajes elevados hasta los límites del inconsciente. Los diferentes planos longitudinales que se crean, monocromos lunares o visiones multicolores de otra realidad, se convierten en el símbolo de las diferentes dimensiones de la existencia a las que todos debemos someternos sin saberlo.

A través de estos artificios, composiciones sintéticas y directas de la materia, Deligne transmite una visión minimalista y profunda del universo, una imagen global de lo que somos, una guía hacia el principio molecular básico de nuestra esencia.

Su intensa producción se traduce en una serie igualmente sustancial de exposiciones, a menudo gestionadas como protagonista absoluto. Desde 1999, Deligne ha realizado exposiciones individuales y colectivas en todo el mundo: Tokio, Praga, Viena, Grasse, Barcelona, Oslo, París, Berlín, Moscú, Carrara, Pietrasanta, Milán, Turín, La Spezia y Pescara.

Este plan de estudios es, de hecho, el signo de un fermento internacional aún vivo que se está desarrollando entre Europa, Asia, América del Norte y del Sur. Sus obras se encuentran en colecciones públicas y privadas. Las colecciones públicas incluyen: Gobierno Municipal, Senas (Francia); Oppéde (Francia); Palacio Municipal de Calcinaia (PI); Parque Natural Regional de los Alpes Apuanos, Seravezza (LU); Asociación de Escultores de Turín. Vive y trabaja en Pietrasanta (LU).

En su profunda reflexión conceptual, Philippe Deligne organiza su obra a partir de un conocimiento visual que puede dar vida a una lectura del arte a contrapelo. Más cercano al concepto de escultura que al de pintura, sus obras presentan elementos comunes a ambos. Jugando con una visión bifocal, es decir, fijando las características intelectuales del otro a uno y viceversa, logra completar el mensaje que el arte siempre ha llevado consigo: existencia material y existencia espiritual.

La escultura de mármol o bronce, por tanto, obra tridimensional sabiamente elaborada, esconde a la luz su propio secreto. Una forma perfecta que, impactada por una fuente externa elegida por el artista, genera en su sombra el complemento narrativo esencial, la esencia más íntima del material puesto al descubierto por una reflexión atenta y reflexiva.