Presentación

"Philippe Mohlitz, cuando no lo conoces muy bien, no es un interlocutor fácil. No conversa realmente, tira las palabras. Lo que quiere que la gente sepa de él, lo pone en sus grabados, lo que no simplifica la tarea de los curiosos. Y hay material: durante más de cuarenta años, los primeros grabados datan de 1965, no se permitió la pereza. Sus impresiones son a menudo de dimensiones bastante grandes, para buriles, siempre son complejas, y la mayoría de las veces elaborado con dibujos no menos detallados. Su estilo no es el del buril dispuesto en preciosas tallas como se practicaba en el Gran Siècle. Es a la vez más antiguo y más moderno. Si Durero es, evidentemente, la primera referencia, si sólo por medio de la melancolía que afortunadamente le afecta, Mohlitz no muestra la plácida armonía con la que conocí al maestro de Nuremberg, sus temas son más oscuros, su estilo más agitado. preocuparse. Además, aunque en ambos casos reina una exaltación de la soledad, encontramos más Mohlitz en la exuberancia de Rodolphe Bresdin, el Bresdin de cielos rizados, nubes despeinadas rodando como olas, el Bresdin de multitudes y melees confusos, el Bresdin del Buen Samaritano y la Comedia de la Muerte, la de los interiores sobrecargados de utensilios y chucherías. frutas, verduras y conejos, todo lo que le había valido el epíteto de inextricable que con ingenio Robert de Montesquiou había engalanado con él y que Mohlitz tendría derecho a reclamar. Otro punto que lo aleja de Durero y lo acerca a Bresdin, es más dibujante que pintor y trabaja más en la línea que en la, de ahí una exuberancia formal que solo el gusto inmoderado por la línea permite. Para él, un rasgo escapado si lo hay, pero el mayor conocimiento de estos accidentes es la oportunidad de abrir un camino lateral, el comienzo de una nueva historia. Porque, quizás más que las otras artes, el buril es un placer solitario, como lo es el dibujo a pluma muy elaborado en el que se han involucrado muchos artistas contemporáneos de Mohlitz, como Velly, Doaré, Rubel y otros Desmazières. ¡Y cuenta historias sobre eso! No podemos decir que siempre entendemos el significado o incluso el desarrollo. Pero eso es lo que amamos, al menos a algunos de nosotros. Al tratar de captar el proceso y el significado de la obra, nos sumergimos en ella, lupa en mano, miramos, lentamente, y descubrimos un mundo. No nos olvidamos de rotar la hoja, porque hay cosas que aparecen de repente, inesperadas en la geometría clásica. Nos complace perdernos en los pantanos, perdernos en la jungla, hurgar en los centros de recepción de residuos, curiosear en las ventas de garaje, vagar por lugares extraños donde suceden cosas extrañas. A veces tenemos miedo de lo que vemos. Pues Mohlitz no es (¿ya no?) Monaguillo, a pesar de la recurrencia de la arquitectura religiosa en su obra, y la erótica abreviatura de estómago que desarrolla incansablemente le prohíbe casi con toda seguridad el paraíso de las buenas intenciones. Pero también podemos temer lo que no vemos. A menudo hay una amenaza sin resolver. Adora las máquinas, o la maquinaria (probablemente menos maquinaciones), dispositivos a menudo improbables además de que no solo hay motocicletas con engranajes por todas partes. Quizás eso es parte de cómo funciona, en el engranaje, un tamaño impulsa a otro, una forma sugiere otra, etc., pero a veces el dispositivo se convierte en un instrumento de tortura. En la oscuridad escuchamos el llanto y el crujir de dientes. Uno de los resortes de su fantástico sonido es el oxímoron gráfico más que el anacronismo, juega con los contrastes dimensionales, como Lewis Carroll en Alicia en el país de las maravillas, lo que también permite resaltar su virtuosismo técnico. Con lupa o sin lupa, tienes que acomodarte constantemente, lo que aumenta aún más la dificultad de la lectura. En resumen, con las imágenes de Mohlitz, no te aburres. El enigma está ahí, en cada impresión. Una idea pasa, creemos que vamos a tocar, agarrar la cola de una solución, pero es un lagarto que se libera y huye hacia la distancia, como la perspectiva ferroviaria del autorretrato plural. Además, es hermoso. "- Maxime Préaud, Curador General de Bibliotecas, Departamento de Grabado y Fotografía Philippe Mohlitz nacido en 1941 en Saint André de Cubzac (33) Alumno de Jean Delpech (Gran Premio de Roma de grabado 1948) -Florence Gould Premio 1971 -Premio Leon-Georges Baudry (Fundación Taylor) 2000 -Premio Leonardo Sciascia (Milán) 2000 -Premio Nahed Ojjeh (Academia de Bellas Artes) 2011
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Edición, Vierge aux étrons, Philippe Mohlitz

Vierge aux étrons

Philippe Mohlitz

Edición - 31 x 23.5 x 0.1 cm Edición - 12.2 x 9.3 x 0 inch

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¿Cuándo nació Philippe Mohlitz?

El año de nacimiento del artista es: 1941