Risote

Risote inició el graffiti en 1999. "Muchos de nosotros hemos encontrado su firma en Francia o en otros lugares, en el epicentro de una ciudad o en sus afueras". Al no tener un medio preferido, es uno de los etiquetadores más conocidos de la capital francesa. No le gustan las reglas, no tiene un estilo predefinido y está constantemente tratando de renovarse. “Viajar, grafitis, ya no sabemos cuál es la causa de qué. Independientemente, cada objeto que Risote ha diseñado tiene algo que decir sobre sus impresiones como pintor-viajero. Y su tierra natal de Oise quizás no sea ajena a su carácter nómada; Van Gogh ya había examinado el paisaje en busca de nuevos motivos, y fue a este maestro inclasificable y a unos impresionistas a los que Risote rindió homenaje en su primera exposición individual. "Bernard Fontaine" La calle se estableció rápidamente como un medio privilegiado para él. Y el graffiti se ha convertido en una excelente manera de expandir el campo de posibilidades. Ha sabido reinventarse con cada una de sus intervenciones y entender el graffiti como un universo lúdico sin ataduras ni límites. Una experiencia sensible y constantemente renovada de una libertad que se vive y se expresa sin restricciones. La ciudad ya no es este universo pesado y estandarizado donde el destino de cada uno parece programado según el lugar donde vive, donde trabaja. El graffiti se ha vuelto atractivo para Risote. Con la necesidad de recuperar la ciudad y el espacio. Para dar dos pasos hacia un lado a sabiendas y tomar un camino lateral, pasar un balaustre o trepar una cerca para pintar. Es este viaje el que Risote decide contar con su Arte. »Amine Bouziane