Pascal Bejeannin

Viviendo y trabajando en Francia en el departamento de Jura, mi experiencia profesional es rica e inusual. Cuando tenía 20 años, me ofrecí como voluntario como pacificador en las tropas de la ONU en el Líbano. Ser testigo y, a veces, actor en países en guerra me empujó a centrarme en lo esencial. Nada más regreso, me dedico a este imprescindible, que en mi enfoque artístico exige que no exista nada más alrededor de la obra. Existe un vínculo real entre la supervivencia en territorio hostil y mi arte. Ya sea durante mis misiones humanitarias con Médicos Sin Fronteras o durante mi trabajo como educador con jóvenes delincuentes que llevo a sobrepasar sus propios límites en territorios hostiles (Laponia, selva amazónica, montañas, etc.), cada una de mis obras se nutre de mi ocupaciones. Todos mis trabajos se enmarcan en el tema del “acero en movimiento”. El objetivo es crear esculturas de acero reciclado que den la impresión de movimiento, elegancia y ligereza imitando la postura real del animal como si estuviera congelado en movimiento.