Siyamala

se dice que es la Isla Esmeralda, ubicada al sur de la India, Sri Lanka, que nació el 15 de enero de 1989. Su primera mirada aterrizó en una tierra con colores llamativos y equipado con una hermosa naturaleza.

Durante su niñez, ella ha alimentado innumerables matices sublimes de colores y paisajes que lo rodean e historias mitológicas que le manifestaron su abuela y ella ama ahora transcribir a través de sus obras.

Llega un día en la salida a Europa, será Francia quien será el anfitrión. Serendipia que dirigió a la cuna del movimiento impresionismo por la que desarrolló una pasión y despertó en ella el gusto por la pintura.

Talleres de pintura a las que asistió cuando era un adolescente ayudó a diversificar las técnicas, materiales y afirmarse en la elección de los colores y en la naturaleza onírica de sus primeras pinturas. En 2009, vio la crueldad del hombre durante los acontecimientos de la guerra civil en Sri Lanka. Esto marcó un punto de inflexión en su mundo, sino también en su acercamiento a la pintura y sus obras.