Karine Lahannier

“Una sensación de inmensidad que deja viajar los pensamientos"

Karine Lahannier nos invita a descubrir todo un universo de colores que siempre ha llevado dentro de ella.

Desde aprender caligrafía hasta trasladar el arte de la línea al lienzo, el artista adquirió una cultura del movimiento y un dominio de la fusión de matices, que hoy le permiten combinar en sus cuadros formas y colores que cobran vida.

Le gusta jugar con su intensidad y luminosidad.

Polvo de vidrio o arena para darle textura y pigmentos puros se combinan armoniosamente con colores fuertes, como el azul relajante, el ámbar o el rojo energizante.

Dependiendo de las variaciones de luz, sus composiciones se revelan diferentes, haciendo alternativamente visible lo invisible y lo visible invisible, dejándote la posibilidad de permanecer allí indefinidamente.

Karine optó por firmar sus cuadros en el reverso para no perturbar la armonía de las líneas y los colores y permitir al espectador dejar que sus pensamientos viajen más allá de los límites del marco.

Piérdete en su universo, donde se reconcilian espíritu y naturaleza, lo oculto y lo revelado, lo móvil y lo fijo. Quién sabe, tal vez entonces tomes conciencia de que eres el corazón palpitante de la materia.

“Lo que hay surge de lo que no hay"

Mi inspiración

Mis fuentes de inspiración son múltiples. Me conmueve la belleza de territorios crudos como las tierras de Islandia o la huella del Atlántico salvaje. También me conmueve la magia de los relieves y reflejos de las piedras preciosas u otros minerales.

Lo que más me gusta son las dualidades o complementariedades de los elementos: un mar embravecido bajo un cielo atravesado por luces intensas que son también fuente de calma.

Lo que me emociona es la asociación de colores, los que percibo y los que compongo. Sus intensidades, sus transparencias y sus materiales. Me encanta cuando todas las sensaciones que siento cobran vida en mis lienzos.

Otros puntos de referencia para mí son las obras de Turner, Soulages, Rothko y el artista chino Zao Wou-Ki, cuyo trabajo admiro especialmente.

Mi pintura es abstracta, porque creo que debemos ir más allá de la mera representación si queremos revelar el espíritu del universo con toda su parte invisible.