Chantal Fourdrin

Todo lo que la vida me ofrece, ver, sentir, vivir, me habita, me nutre, me hace vivir. Todos los contrastes intrigantes: la belleza, la fealdad, todo lo que afortunadamente se nos escapa, me asombra, y más allá de lo visual vive en mí toda la energía contenida en todo, en cada ser.

Las emociones así provocadas en mí son la fuente de mi arte, a lo largo de los años que han pasado siempre he dibujado y pintado.

Mi enfoque no es intelectual, es instintivo y me parece que responde a una cierta necesidad de expresión del momento presente o de este presente también formado por recuerdos y sueños.

Me gusta dejar aparecer mis sentimientos o mis visiones, es entonces cuando los colores, las formas y los volúmenes nacen y hablan.

La elección de colores, líneas, contrastes, se hace según mis percepciones, me gusta seguir un ritmo, un movimiento, un equilibrio de formas, líneas, masas, valores de color y yo diría que es más bien, es es el trabajo de manifestación que se crea a través de mí.

Frente al lienzo está la aventura del diálogo entre ella, yo y esta dimensión inexorable de la vida que nos supera.