Catharina van de Ven

Como artista, admiro mucho el lenguaje visual clásico de los primeros escultores. Me fascina su lenguaje artesanal y contemplo la calidad de su herencia con gran respeto. Esta fascinación, y la educación escultórica clásica que disfruté en Bélgica y Florencia, hacen que el oficio artesanal sea siempre visible en mi trabajo y siga siendo la base de todo lo que creo".

Catharina recibió su título de escultor con altos honores de la Academia de Bellas Artes de Bélgica. Continuó su educación con un Máster-aprendizaje de Eja Siepman van den Berg. El bagaje de la escultura clásica de Catharina es evidente. Aunque hoy en día sus obras tienen formas más abstractas, los elementos y estudios clásicos con frecuencia inspiran sus nuevos trabajos. Formada como escultora, su trabajo se centra en la fisicalidad. En el color, la forma, la técnica, el proceso, el material informa su trabajo.

Trabajando con un enfoque feminista, gran parte de su trabajo habla de sus experiencias personales como mujer. Habiendo crecido en una granja en una pequeña aldea, la artista aprendió de su padre creativo e inventivo. Como muchas niñas durante su tiempo, trabajó como enfermera. No fue hasta muchos años después que pudo hacer lo que realmente quería: estudiar en la academia de moda y luego convertirse en escultora.

Hoy, Catharina proyecta sin miedo su identidad femenina, usando formas táctiles, colores brillantes y formas comúnmente masculinas. Como madre y abuela, la artista se siente abierta a abordar temas como el sexo, las drogas, el poder o la riqueza. Catharina confronta a cada espectador. Su objetivo es presentar un espejo dentro de su trabajo, para que cada espectador mire hacia atrás en su propio reflejo y deseos.

Sus proyectos a menudo reflejan los temas que aparecen en su vida diaria. La idea de su serie de obras sobre la lujuria la encontró en su viaje a Miami, notando un enfrentamiento con la lujuria cada día de su visita. Luego se propuso explorar cómo la lujuria confronta a cada persona, qué significa la lujuria para los individuos, creando así su serie Luxuria de píldoras de éxtasis, cúpulas y tapices vibrantes. Al usar la imagen recurrente de la cúpula, la mujer siempre está en el centro de su trabajo tanto en material, concepto y forma.