
Retratistas Escena de vida
Las bailarinas azules (1899) de Edgar Degas puede ser reconocido como uno de los mejores dibujos al pastel de la historia. Figuras vivas, que respiran, capturadas en un momento que pueden haber considerado un vistazo banal a su vida cotidiana. Dibujar del natural, o "dibujar la figura", suele referirse a la clase de instrucción que se imparte en muchas escuelas y academias de bellas artes. El pastel, el carboncillo o el humilde lápiz significan, pues, los inicios de la carrera de un artista. A menudo se considera el medio más idóneo para que los artistas representen el cuerpo humano y dominen su línea, profundidad y forma, necesarias para el retrato, una habilidad muy valiosa. Sin embargo, el retrato al natural suele captar el cuerpo en movimiento, lo que obliga al artista a representar la acción muscular, la dirección y la perspectiva. Aunque el siglo XIX produjo a Degas, también produjo la cámara y el enfoque de los artistas para representar el movimiento, para fotografiar la vida. En las selecciones de Artsper, las obras del retratista de la vida Marc Desgrandchamps se inspiran en la descomposición del movimiento de los experimentos cronofotográficos de Eadweard Muybridge. Mientras que la obra de Alejandra Caballero es mucho más introspectiva, al señalar que los movimientos más silenciosos y sutiles de la vida, como hablar por teléfono o tomar un baño, también deben ser captados.
Maude Ovize
Karine Bartoli
Joanna Woyda
Rudyard Heaton
Francine Van Hove
Camille Hilaire
Sergio Ceccotti
David Jamin
Béatrice Terra
Serghei Ghetiu
Marek Okrassa
Didier Lourenço
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