Tobias Måård

Empecé a interesarme por la creatividad artística cuando era niño cuando el graffiti empezó a aparecer a mediados de los ochenta en Estocolmo. Los grafitis se han vuelto cada vez más borrosos en mi arte, pero siempre hay un pequeño rastro de ellos en las pinturas. Está como impreso en el cuerpo, el movimiento en la mano, en el cepillo. La gente parece ver cosas diferentes en mi arte. ¡Me gusta eso! Quiero que mis pinturas estén abiertas a la propia imaginación del espectador. Tal como lo son para mí cuando trabajo con ellos. Me he dado cuenta de que pintar es un trabajo duro. Normalmente nunca tengo una idea clara de qué pintar y cómo. El camino hacia los resultados suele ser insondable. El lienzo generalmente se pinta una y otra vez, el método de "matar a tus seres queridos" se usa mucho... Los detalles se guardan o se pintan para finalmente terminar en algo que se siente significativo. A veces es como si el cuadro apareciera casi solo. La mayor fuente de inspiración es la música. Siempre pinto con música, y siempre asocio mis pinturas con música y sonidos. Algunos son oscuros y duros, otros son más suaves, brillantes y extravagantes.