Markus Åkesson

En los últimos años, Markus Åkesson ha dado a luz a una colección de obras enigmáticas en las que se desarrollan silenciosamente historias que desafían cualquier lógica normativa. En sus pinturas figurativas de atmósfera pesada y poética, los personajes parecen estar envueltos en escenarios disonantes en el tiempo suspendido. Indiferentes al tumulto del mundo, ofrecen su soledad meditativa a la mirada, pareciendo ser los únicos capaces de frustrar el drama metafísico que se forma en ellos y en torno a ellos. (...) Maestro del doble juego, Åkesson altera y transforma la percepción de la realidad del espectador, convirtiendo a este último en testigo-voyeur de escenas a veces familiares, a veces verdaderamente fantasmales. El carácter misterioso de sus imágenes se debe por un lado a su particular composición e iluminación, tomadas del mundo del cine, y por otro lado a su carga emocional, que transmite una fuerte sensación de inquietante extrañeza.