Al crecer en Berlín, Kaser descubrió el graffiti a la edad de 12 años y rápidamente desarrolló una pasión por el dibujo en sus primeros años. Esta pasión lo llevó a estudiar arquitectura, a través de la cual aprendió dibujo técnico, perspectiva, sombra y luz, flujos y pensamiento conceptual. Kaser diversifica su trabajo en papel, lienzo y paredes después de su trabajo como arquitecto. También viaja por el mundo donde lo invitan con frecuencia a "jams" de graffiti; en la isla de MOS, en Dinamarca o en Bangkok. Para él, el arte es una vida llena de emociones y cada uno es libre de interpretarlo a su manera. En 2018 tuvo lugar su primera exposición individual en Berlín donde comenzó a recibir numerosos encargos.