Simple pero profundo, el ritual de dibujar líneas puede tener múltiples significados. Pero cuando se practica durante el tiempo suficiente, se convierte en un compañero, una expresión, un espacio de reflexión que permanece estable a pesar del caos externo. Cada línea, un momento de tranquilidad, ofrece una presencia calmante. Le da al tiempo una forma visible, reflejando la claridad mental del artista. Estas líneas trazan un viaje interior a través de innumerables crisis personales y globales de un país a otro, desde la vida en China, pasando por el COVID, hasta la guerra y la construcción de una nueva vida en lugares desconocidos. Oda a las líneas es la exposición individual de Olasyuk Alena, que abarca obras de 2017 a 2024. Es un reconocimiento y apreciación de este sencillo ritual que permanece constante, una captura de su viaje en curso, una línea a la vez. En esta relación en evolución, el artista influye en las líneas y las líneas, a su vez, dan forma al artista. Codependencia, ritual, obsesión o simple meditación, todo a la vez. Es una oda a las líneas.
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