La Galerie de Buci dedica su nueva exposición a la obra única de Masha Schmidt, con Partitas, una retrospectiva condensada de quince años de investigación artística en torno al diálogo entre la música y la imagen. Lejos de ser una simple demostración formal, la exposición destaca como una exploración sensible de las correspondencias entre el texto pictórico, la partitura musical y el espacio expositivo.
El enfoque de Masha Schmidt se inscribe en una tradición transdisciplinaria, donde los límites entre las artes se vuelven porosos, permeables a la emoción y la intuición. Fiel al espíritu de la Galerie de Buci, que pretende ser un lugar de diálogo entre medios, culturas y estéticas, el artista invierte el espacio como si fuera una partitura en sí mismo: un campo de interpretación libre y en movimiento.
Masha Schmidt cultiva hábilmente la postura de un artista esquivo. No pertenece a ninguna corriente, no sigue ningún camino marcado. Al contrario, permite la multiplicidad: el dibujo, la pintura, la instalación, la escenografía e incluso el cine alimentan una obra en perpetuo movimiento.
Su enfoque no pretende ilustrar, sino hacer surgir mundos: compone, en el sentido musical del término, espacios de resonancia. Una de sus observaciones, escrita en el corazón del sistema, resume sus pensamientos:
La pintura solo traspasa los límites del formato. Por supuesto —continúa—, no puede detenerse. El lienzo, un trozo de papel, cualquier soporte es solo una ventana a través de la cual podemos vislumbrar el flujo continuo de la vida.
En Partitas, cada elemento del viaje se piensa como una variación. Los muros no son límites, sino superficies de expansión. A lo largo de toda una sección, antiguas partituras musicales están cubiertas de dibujos en tinta, combinando la aleatoriedad de la línea con el rigor de los pentagramas.
Un lienzo casi vacío esboza los inicios de una partitura aún por venir, suspendida en su fértil incompletitud. Una alcoba invita a los visitantes a crear sus propias Partitas, en una lúdica puesta en abismo del proceso artístico. El conjunto está marcado por las composiciones de Bach, que aportan una temporalidad específica, casi meditativa, a la experiencia de la mirada.
La génesis de esta serie tiene sus raíces en un encuentro: el de Masha Schmidt con las partituras didácticas de Carl Czerny, un compañero imprescindible en cualquier experiencia de aprendizaje del piano. Estos ejercicios, reputados de austeros, se convierten aquí en el caldo de cultivo de una reinvención plástica.
El artista desvía el aspecto repetitivo, mecánico y rígido de estos estudios para darles nueva vida, dictada por sus emociones, su estado de ánimo, sus intuiciones, sus observaciones. Se invita a la mirada tanto a leer como a escuchar. De este modo, cada obra se convierte en un acto de resistencia poética a la despiadada monotonía de nuestras vidas.
Partitas no es un final sino una apertura. Se acompaña de actuaciones musicales, encuentros y talleres, ampliando la obra en duración e intercambio.
Al revisar las partituras, al registrar la música en el gesto gráfico, Masha Schmidt nos ofrece una forma de arte total, rigurosa y libre a la vez, que transciende el marco tradicional de la exposición.
La Galerie de Buci nos invita a esta experiencia única del 24 de abril al 24 de mayo de 2025, en el 73 rue de Seine, París.
La inauguración tendrá lugar el jueves 24 de abril, a partir de las 18 horas. hasta las 21 horas, con presencia del artista.
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