Jean-Michel Basquiat

Marcada por un ascenso artístico meteórico pero también por su brevedad, la carrera de Jean Michel Basquiat es más la de un deportista que la de un artista tradicional. Nacido de padre haitiano y madre puertorriqueña en 1960 en Brooklyn, Basquiat murió a la edad de 28 años en 1988 en Nueva York.

Rápidamente fue considerado un niño superdotado, capaz de leer y escribir a los cuatro años y hablar tres idiomas a los ocho. Completamente autodidacta, Basquiat se introdujo en el arte gracias a su madre, quien le presentó el MoMA a una edad muy temprana. Sin embargo, abandonó la escuela a una edad muy temprana y no continuó en la educación secundaria. En cambio, Basquiat se apoderó de los muros de Nueva York, especialmente de los de Manhattan, a partir de 1976 con dos amigos suyos artistas del grafiti, Al Díaz y Shannon Dawson. Juntos, los jóvenes artistas firmaron bajo el nombre SAMO (Same Old Shit), que acompañaron con una corona y el símbolo del copyright.

Construye su pintura y su cultura a partir de referencias populares de todo tipo, desde las películas de Hitchcock hasta los automóviles y los cómics. Se integra rápidamente y se sumerge en su contexto, sin dejar de ser influenciado por la actualidad, más oscura, con un trasfondo de guerra, armas y la llegada de Nixon al frente del escenario. Los mensajes que transmiten las obras de Basquiat y sus amigos grafiteros se inscriben entonces en una lógica antisistema, antirreligión y antipolítica.

Considerado parte del movimiento vanguardista y underground, Basquiat muestra un estilo espontáneo y enérgico, a veces marcado por la violencia.

No fue hasta 1979 que Basquiat produjo su primer lienzo, en el estudio de Li Kignodesse. Un año después, su vida cambió. Conoció a Andy Warhol con quien colaboraría extensamente y se haría amigo. Basquiat participa en la exposición colectiva Times Square Show, aumentando su fama. Las propuestas se sucedieron una tras otra y expuso junto a Keith Haring , Andy Warhol y Robert Mapplethorpe en el evento New York/New Wave.

En la década de 1980 se le dedicaron seis exposiciones individuales en todo el mundo y se convirtió en el artista más joven en participar en la Documenta de Kassel. Lo mismo ocurrió en la Bienal del Museo Whitney de Arte Estadounidense en 1983, cuando tenía 23 años. Fue durante este período que Jean-Michel Basquiat creó y estableció su motivo icónico: una figura heroica negra con una corona de tres puntas.

A los 28 años, Basquiat ya había producido más de 800 pinturas y 1.500 dibujos, pero murió de una sobredosis al no poder superar su adicción.