Ben

¿Todo es arte? Una pregunta que se ha planteado incansablemente en la historia del arte y que el artista Ben vuelve a plantear. Su verdadero nombre era Benjamin Vautier, nació en Nápoles en 1935. Su futura vida se construyó entre Suiza, Turquía, Egipto pero también y sobre todo en Francia, donde se instaló en Niza.

Hace muchas preguntas y más en su pinturas . Famoso por sus obras escritas, afirmando o cuestionando constantemente el mundo que lo rodea. En 1950, Ben abrió una tienda en Niza donde organizaba exposiciones . Este lugar se convertirá rápidamente en un espacio de encuentro para artistas de la región, quienes juntos alimentarán reflexiones sobre el arte en general.

Ben luego frecuentó a César, Martial Raysse y Arman. Juntos formarán un grupo de artistas en efervescencia en busca de cosas nuevas, un grupo que no será otro que la Escuela de Niza. Quieren prolongar el legado de Marcel Duchamp y llevar el arte hasta sus límites, siguiendo los pasos de John Cage o el movimiento Dada.

Fue en 1953 cuando Ben escribió su destino. “Tienes que comer, tienes que dormir", con esta paráfrasis sencilla y obvia crea su primer “escritura". Para hablar mejor y cuestionar el arte, decidió escribirlo, ponerlo en letras y hacer de la escritura un arte visual. De esta manera da un primer paso hacia el arte conceptual, aún no desarrollado.

Como extensión lógica de su enfoque, Ben se centrará en la importancia de la firma del artista en el arte. En 1958, le llegó el turno a su primera “firma" de ver la luz. Él no se limita a garabatear en un papel, no, él firma el mundo, todo lo que le rodea, todo lo que se mueve.

De este modo, Ben cuestiona el concepto de ego, del yo, pero también la idea de apropiación. Son nociones fuertes que sacuden los códigos del arte, tal como lo deseaba el artista. En cuanto al mercado del arte, Ben destaca la importancia que tiene hoy la firma, que en ocasiones ha llegado a ser más importante que la obra en sí.

Hacer suyo el mundo puede parecer una tarea abrumadora, pero Ben no se da por vencido. Firmará en abundancia, a la gente de la calle, a sus amigos, a su familia, y creará así las primeras esculturas vivientes, en 1959. Con esta etiqueta de su entorno, Ben considera que conecta la vida con el arte, y vuelve una vez más a preguntarnos si todo es posible en el arte y si todo es arte.

La idea de apropiación sería objeto de sus investigaciones hasta 1963. Mientras tanto, Ben se unió al grupo Fluxus, que se consideraba un movimiento no artístico y que cuestionaba el estatus del artista y de la obra de arte en la sociedad. En su grupo predominan el juego y el humor, y la obra de Ben estará imbuida de ello.

Sus frases ingeniosas, escritas a mano en letras blancas sobre fondo negro, resonarán entonces como auténticos eslóganes. Ben no duda en expresarse sobre acontecimientos actuales y hacer que sus palabras resuenen por escrito. Un gran favorito para el inicio del año escolar, Ben está multiplicando los productos derivados y los ediciones que llevan su estilo característico a base de estuches, bolsos y agendas. Consigue así inscribir su arte en una dimensión conceptual haciéndolo accesible a todos.