JY

JY descubrió el mundo de la pintura a los 25 años. A lo largo de su infancia, estuvo rodeado de muchas pinturas en la casa familiar. Henri Girard, Jean-François Chaussepied, Yvon Daniel y los lienzos de su padre que lo pintó cuando era joven. Desafortunadamente, nunca tuvieron la oportunidad de compartir esta pasión juntos. La pintura era algo noble e inaccesible para él. Cuando encontró los tubos de pintura nuevos y viejos de su padre cuando se mudó, ¡decidió ir a por ellos! Descubrió un nuevo universo, con muchas posibilidades. Cuando pinta, elige instintivamente los colores, no se fija metas y luego surge la magia. Ve aparecer ciertas cosas, trata de que los títulos de sus obras sean concisos para dejar espacio a la imaginación.

Su deseo es democratizar el arte, que las personas sean parte integral de la comprensión de una obra y del artista.