Ilusiones Opticas

Ninguna obra coincide con su criterio de búsqueda

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Ilusiones Opticas

¡Oh, espejismo, espejismo! ¿Cuántas veces nos engaña nuestra vista? Nuestros valiosos ojos nos permiten ver el mundo... a su manera. Nuestro cerebro sólo reconstruye una realidad. Pero, entre lo real y lo verdadero ¿estamos siempre seguros de estar del lado correcto de la realidad? Así se instala la duda y se crea la ilusión. Los artistas también pueden apropiarse de estas ilusiones ópticas que abusan de nuestra inteligencia. La duda es el elemento clave. La incomprensión de la situación empuja a la lógica a reconstruir una imagen coherente y tranquilizante.

Es necesario hacer un breve viaje en el tiempo para entender qué son las ilusiones ópticas. En la Antigüedad, la maestría arquitectónica atestigua del conocimiento de las ilusiones ópticas en la vida cotidiana. Las líneas de construcción del Partenón, ligeramente incurvadas, corrigen un efecto óptico natural para parecer perfectamente rectas. Esta conciencia técnica permitió a los hombres apropiarse de los espacios, jugar con las profundidades y modificar la realidad. Al mismo tiempo, este conocimiento dió rienda suelta a los artistas que utilizaron las ilusiones ópticas a su antojo.

Nacieron entonces ilusiones con formas imposibles. Tanto que la inteligencia capitula ante la incompatibilidad de interpretación entre las distintas partes de un dibujo o una pintura. Estas formas imposibles requieren la perspectiva paradójica, que Maurits Escher utiliza abundantemente. Centra su trabajo en objetos derivados de números y fórmulas matemáticas, como la escalera de Penrose, una escalera infinita.

Se produce así un encuentro entre el arte y las matemáticas. La geometría y sus formas permiten crear obras cuya inestabilidad visual y movimiento desconciertan al cerebro. Surgió así el Op Art o Arte Cinético, basado en la estética del movimiento. Victor Vasarely, Alexander Calder y Wojciech Fangor idearon cuadros, esculturas y dibujos que reflejaban un mundo en movimiento e inestable. Un mundo en el cual el color tiene un papel esencial. Para Carlos Cruz Díez, el color es una realidad en sí, que afecta a los hombres, sus estados de ánimo y su percepción del mundo.

Accesibles a todos los públicos por su espectacularidad, las ilusiones ópticas son obras sociales. Con un planteamiento experimental, los artistas ofrecen al público obras lúdicas cuya admiración crea un ambiente propicio al juego y la reflexión. Las ilusiones ópticas replantean la función y el estatus de las obras de arte. Animan trozos de pared, abren nuevas dimensiones y hechizan a cualquier observador.

Con su originalidad, que será apreciada tanto por los más pequeños como por los más sabios, las ilusiones ópticas animarán su hogar. Elija los colores según su estado de ánimo y viaje por un universo casi psicodélico.

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