Wong Wa

Wong Wa nació en 1953 en la provincia costera de Fujian en el seno de una familia de artistas y profesores. Desde muy joven mostró gran interés por las artes plásticas y, siendo adolescente, comenzó su aprendizaje con grandes artistas en varias especialidades: pintura, caligrafía, grabado de sellos, escultura y pintura occidental. Durante cuatro años trabajó en el Centro Cultural Municipal de Fuzhou, la capital de su provincia natal.

En 1978, decidió abandonar China para irse a Hong Kong, una ciudad que constituye un puente, tanto intelectual como arquitectónico y social, entre Oriente y Occidente. Durante siete años, trabajó en publicidad y realizó varios carteles de películas para la Compañía de Producción de Hong Kong. Durante este periodo, también profundizó en su conocimiento de la caligrafía y los sellos y publicó regularmente una columna crítica sobre el tema en una revista.

A partir de 1980 realizó su primera serie de esculturas.

En 1984, Wong Wa decidió emigrar de nuevo a Francia.

Allí, durante 16 años, realizó varias obras, estimulado e inspirado por las teorías y obras de los distintos movimientos artísticos occidentales. Siempre con gran humildad sigue o se interesa por los grandes maestros de su tiempo.

Sigue impregnado de la rica tradición cultural, literaria, estética y filosófica y, en particular, de la antigua corriente filosófica del taoísmo; por ello, continúa su trabajo, aislado y protegido de la competencia, con este espíritu, sin preocuparse demasiado por la fama y el éxito económico.

Como artista chino que vive en Occidente, se encontró necesariamente al margen de las tendencias artísticas occidentales, su evolución y su enfoque. Al residir fuera de China, también pudo evitar la tentación comercial de la artesanía. Así es como Wong Wa expresa en sus obras el fruto de su investigación personal.

En sus obras, Wong Wa combina su investigación en el campo de la caligrafía (en cuanto a ideogramas y técnicas) con una investigación conceptual que lo vincula al arte moderno. Lleva al espectador en busca de un objeto legible e identificable (el personaje) a un objeto ilegible. Por ello, sus obras se encuentran en la frontera entre la pintura moderna y la caligrafía, sin dejar de ser, por un movimiento de ida y vuelta, obras de caligrafía, ya que, en última instancia, será posible que un conocedor de China las "lea" de verdad, pues su objetivo es lograr una emoción visual pura. Además, su enfoque caligráfico lleva al espectador a un segundo viaje visual: el de un retorno al pasado, gracias a estas antiguas escrituras, conocidas, apreciadas y muy estudiadas en China por calígrafos e historiadores: la escritura sigilar (un estilo actualmente reservado a los sellos).

Wong Wa es licenciado en Bellas Artes en China y vive y trabaja en París.