Esculturas mexicanas

Cuando uno piensa en artistas mexicanos, lo que más le viene a la mente es Frida Kahlo o Diego Rivera, pero en la historia del arte mexican popular, la escultura también juega un papel muy largo e importante. Hace ya 3.000 años, el arte y la artesanía florecieron en las civilizaciones que conforman el actual México. Los olmecas, los teotihuacanos, los toltecas, los mayas y los aztecas crearon objetos tanto cotidianos como ceremoniales. En la década de 1520, México se convirtió en una colonia española, lo que influyó enormemente en los tipos de objetos y en las tecnologías utilizadas para fabricarlos. La larga historia del trabajo de la madera, la cerámica y la alfarería fue la más afectada y alterada de forma permanente. Tienen sus raíces en las civilizaciones antiguas y todavía se practican ampliamente en la actualidad. Las tonalidades terrosas de estos objetos, que ahora pueden verse en exposiciones arqueológicas, siguen influyendo en los escultores mexicanos de hoy. Enedina Vásquez Cruz combina los motivos católicos con los materiales del pasado, mientras que Cecilio Sánchez Fierro aplica técnicas de arcilla pigmentada a sus obras de desnudo. Sin embargo, Fierro comenzó a jugar con el tema de los "árboles de la vida", la escultura del árbol de la vida que explicaba las historias religiosas y bíblicas a los indígenas en la época de la colonización. Queda claro que el escultor mexicano siempre se inspira en el antiguo arte de hacer esculturas, aunque el tema o la tecnología cambien.