Ruperto Salvatierra Lazarte

Ruperto Salvatierra es considerado uno de los representantes más importantes del patrimonio pictórico de Cochabamba. Su afición por las artes se hizo evidente a la edad de 2 años, cuando comenzó a modelar pequeñas figuras de arcilla. Comenzó a exhibir sus pinturas a los 13 años en la galería del Ayuntamiento de Cochabamba. No pudo completar la escuela secundaria debido a las limitaciones económicas de su familia. Aunque recibió una formación formal, se considera un artista autodidacta.

A principios de la década de 1980 fue reconocido en todo el país como uno de los pintores costumbristas más importantes, así como un retratista muy solicitado. En su paleta y pinceladas, encontramos claramente la influencia de los grandes impresionistas, en particular de los impresionistas españoles como Joaquín Sorolla y Alberto Pla y Rubio. Sin embargo, sus temas y paisajes siguen los pasos de sus predecesores bolivianos. Salvatierra forjó un estilo singular a través del cual retrató la sociedad boliviana y los cambios que ha experimentado a lo largo de su vida; una sociedad que se ha mantenido muy mística y atada a un entorno rural, llena de referencias a sus raíces culturales nativas americanas, mientras se transforma gradualmente en un estado urbanizado.

Salvatierra ha ganado todos los grandes premios nacionales, más de una vez, en tres especialidades diferentes (pintura, dibujo y acuarela). Se han organizado al menos dos exposiciones retrospectivas de su obra y ha organizado más de 60 exposiciones individuales e innumerables exposiciones colectivas. También se han publicado dos libros que resumen su trabajo. Sus obras están presentes en las principales colecciones de museos de Bolivia, así como en museos privados y colecciones en el exterior. Es, sin duda, uno de los pintores bolivianos más influyentes de finales del siglo XX, aún activo y próspero.