José Caballero

José Caballero estudió en el colegio de los Padres Agustinos y superó el bachillerato en el Instituto de Huelva, donde mostró cierto talento para el dibujo. En la década de 1920 conoce al poeta Adriano del Valle. En 1924 muere su padre, dejando a su familia en una situación económica muy difícil.

En 1930 se trasladó a Madrid para estudiar ingeniería industrial, que abandonó dos años después para ingresar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. También tomó lecciones en el taller de Daniel Vázquez Díaz, a quien conoció en Huelva, pintando los muros del Monasterio de La Rábida. Gracias a su maestro entró en contacto con los artistas e intelectuales más destacados del momento. Poco después colaboró con artistas como Federico García Lorca en una exposición en el Ateneo de Huelva, tan polémica que fue clausurada en el mismo momento de su inauguración.

En 1933 visitó con frecuencia al pintor constructivista uruguayo Joaquín Torres García, y un año después al escultor Alberto Sánchez Pérez, de quien aprendió mucho. Ese mismo año Federico García Lorca lo incorporó al teatro universitario La Barraca, donde aportó varios diseños para las obras de la compañía; también diseñó la escenografía de la obra Historia de un soldado en la Residencia de Estudiantes de Madrid. Fue allí donde trabó amistad con Pablo Neruda, Rafael Alberti, Miguel Hernández, Maruja Mallo y Luis Buñuel.

El año 1935 representa para el artista una etapa creativa muy ligada al surrealismo español. Realiza así tres carteles con Adriano del Valle en el Ateneo de Sevilla e ilustra poemas de Federico García Lorca y Pablo Neruda. También colabora en revistas de vanguardia como Cruz y raya, Noreste, Línea y Caballo Verde para la poesía o para la Primera Feria de dibujo de la Sociedad ibérica de artistas.

Con la llegada de la Guerra Civil Española, muchos de estos artistas se exiliaron o desaparecieron. No es el caso de José Caballero, a quien la guerra alcanzará y alistará para dibujar mapas. Tras el conflicto, realizó numerosos trabajos como decorador de cine, teatro y danza (ballets de Pilar López en Madrid, Londres y París). Colaboró con grandes directores de la escena española y esta obra queda inmortalizada en numerosas tomas del fotógrafo Juan Gyenes en las décadas de los cuarenta y cincuenta.

En 1949 realiza su primera pintura para la Oficina Española de Turismo e ilustra varios libros de poesía. Su éxito fue notable hasta que en 1950 fue invitado a la 25ª edición de la Bienal de Venecia y luego realizó su primera gran exposición individual en Madrid, en la galería Clan. Fue entonces cuando se interesó por el expresionismo y en 1953 expuso en el museo Reina Sofía de Madrid. En 1957 conoció a Pablo Picasso en París. Se produce entonces un cambio paulatino en él y en su obra, más abstracta, en la que incluye diferentes elementos como técnicas mixtas o collages propios del materialismo de Antoni Tàpies, o que trae de sus viajes, como el uno en Turquía, donde probará suerte con la geometría.

En los próximos años se realizarán varias exposiciones sobre su obra.

En 1972 organiza una exposición antológica en Huelva, donde anteriormente había realizado varias obras para la Diputación. Al año siguiente, una de sus exposiciones fue censurada por el Ministerio del Interior.

En 1984 recibió el Premio Nacional de Artes Plásticas.

Murió en Madrid el 26 de mayo de 1991 y está enterrado en Alcalá de Henares.