Bruno Durieux

Bruno DURIEUX ha tenido una doble carrera. Una carrera oficial como economista y político, pero también una carrera como escultor que nunca interrumpió, incluso cuando desempeñó funciones ministeriales. Fue en la Ecole Polytechnique donde sintió esta vocación. Lucien Fontanarosa le animó encarecidamente a entrar en las Bellas Artes de París. Tras unos años dedicado a la pintura, realizó y desarrolló por su cuenta la acería. El descubrimiento de la obra de David Smith y la de Julio Gonzales en la década de 1970 lo convenció de continuar en su camino. A finales de los 80 conoció a Anthony Caro en Londres y participó dos años seguidos, cerca de Nueva York, en el Triangle Workshop creado por él. A principios de la década de 1990, conoció a Albert Ferraud, quien le abrió su estudio. Allí trabaja con Jean-Pierre Rives. También acude a los emplazamientos de Arcelor en Florange, Eiffel en Nancy, DCN en Lorient, Areva en Pierrelatte o incluso DLM en Casablanca en Marruecos donde realiza piezas grandes o monumentales, utilizando las chatarras de acero almacenadas en ferrerías. Instalado durante mucho tiempo en Lorena, la patria del acero en Francia, trasladó su taller a Grignan, en la Provenza, donde creó, como David Smith, un auténtico jardín de esculturas. Sobre su obra se publicaron dos libros, uno en 1994 y otro en 2008. Pero solo recientemente decidió dar a conocer su obra, con la ayuda de la galería Arthème y la editorial Area. Durante 2014, con motivo del cincuentenario del reconocimiento de la China Popular por parte de Francia, trabajó en China donde realizó una escultura monumental para el parque de esculturas de Shunde (Guangzhou).