Chiara Scarpone

Nací en el sur de Italia, en un puerto del mar Adriático.
Allí no salimos las tardes de verano porque hace demasiado calor. El mal de ojo puede enfermar y hay una estatua de la Virgen en casi todas las casas.

Allí el aburrimiento es feroz. Para sobrevivir, la gente cuenta historias, cuentos y leyendas; cantan canciones que se transforman de boca en boca. Esto constituye la identidad común del pueblo. Siempre me ha fascinado el poder hipnótico de la tradición oral. Con el tiempo, me di cuenta de que merecía una atención especial que encontraría expresión en mi práctica artística.

Mi identidad gráfica se expresa la mayor parte del tiempo a través de técnicas de resta, por ejemplo a través del scratchboard , en el que rasco el negro para resaltar las imágenes que rondan mi universo.

Linocut me permite grabar un rastro en el material. Su reproducibilidad a través de la impresión implica un proceso de repetición obsesiva de signos y símbolos de los que me he apropiado y que provienen tanto del arte rupestre como del graffiti. El dibujo siempre ha sido mi medio de expresión favorito. Mi intención es ir más allá de la dimensión narrativa de este medio y explorarlo en su máximo potencial tocando otras formas de arte visual como la instalación, la fotografía y la performance.

Busco manifestaciones de preocupación humana, cuya riqueza se expresa en la antropología y la cultura popular. Es un terreno fértil, en el que la tradición oral, la magia, el poder de los símbolos, la violencia castradora de la religión han atravesado el tiempo para instalarse en el nuestro.

Traduzco este profundo interés por la antropología a través del dibujo con la intención de compartir mis preguntas:

¿Por qué y cuándo los seres humanos necesitaron desarrollar el pensamiento simbólico? ¿Por qué buscamos respuestas? ¿Cómo coexiste este sotobosque de símbolos y creencias con nuestros tiempos?

Cuando camino observando la enfermiza belleza de la ciudad, tranquilizado por el confort de la modernidad que me rodea, me pregunto dónde se esconden nuestros miedos ancestrales: la muerte, lo desconocido, el miedo a lo femenino. Y mientras camino miro mi sombra y me dejo sorprender por esa silueta que conserva algo del mono...un mono con una gran imaginación.