Irina Ionesco

Irina Ionesco pasó su juventud en Constanta, Rumania antes de establecerse en París. Sus padres eran inmigrantes rumanos. Viajó y pintó durante años antes de descubrir la fotografía. En 1974, su exposición en la Nikon Gallery (París) llamó mucho la atención. Pronto fue publicada en numerosas revistas y colecciones y expuesta en galerías de todo el mundo. Irina Ionesco fue durante diez años la compañera del pintor Corneille, fundador del movimiento Cobra. Sus fotografías de su hija Eva lo dieron a conocer a públicos ajenos al mundo del arte. Los desnudos de éste provocaron grandes debates, por las posturas artísticas pero sin embargo eróticas que ella le hizo tomar, tal como lo habría hecho con una modelo mayor. Sin embargo, a pesar de los detractores, la obra fotográfica de Irina Ionesco está presente en las mayores colecciones del mundo y ahora pertenece a la historia de la fotografía. La mayoría de las obras de Irina Ionesco muestran mujeres hábilmente vestidas, adornadas con joyas, guantes y otras galas, acompañadas de objetos simbólicos como bufandas y otros símbolos fetiches, posando de manera provocativa, medio ofreciéndose desnudas como objetos de posesión sexual. Durante la década de 2000 y especialmente entre 2000 y 2012, Irina Ionesco realizó un trabajo de fotografía de moda muy importante para la prensa, especialmente con la revista francesa Stiletto. La colaboración de Irina Ionesco con las grandes marcas de la alta costura francesa da lugar así a una nueva dimensión del trabajo fotográfico de Irina Ionesco. En estas nuevas tomas a través de las cuales el universo tradicional del fotógrafo se sublima en atmósferas glamorosas consagra el talento de un fotógrafo cuya trayectoria y universo atípicos siguen siendo universalmente reconocidos y apreciados.