Jean-Pascal Najean

El escultor Jean-Pascal Najean fue tornero y carpintero en sus primeros días. Cada escultura de Najean es un homenaje a la mujer en particular a la suya, Séverine, que se encarga de los acabados. Viven en Vendée. Las "hijas" de Jean-Pascal Najean no son mujeres, son una hipérbole de mujeres, o mejor, de feminidad. De ahí este deseo constante de simplificar las cosas, de eliminar la anécdota, de simplificar los detalles, de ir al grano. La distorsión de las formas, la esbelta curva de las actitudes, la fluidez de las líneas están al servicio de la expresión de un momento raro, fugaz, pero esencial, plasmado en el cuerpo del modelo o en la imaginación del creador. Casual o provocativo, no tienen rostro y, sin embargo, su mirada te atraviesa más que si tuvieran ojos.