Léo Mordac

Después de haber estado activo en la cultura del skate de los 90, Léo Mordac descubrió la Estética mientras estudiaba Filosofía en la Sorbona, París. Bajo la influencia de Florence de Merdieux, desarrolló una pasión por la pintura y los grandes actores del panorama artístico parisino. En la década de 2000 conoció a Alechinsky, Aeshbacher, Weisbuch y Rustin quienes, a su vez, lo animaron a continuar sus múltiples exploraciones artísticas. Luego de una rica estadía de cuatro años en Estados Unidos y Canadá, volvió su mirada hacia el arte urbano y las redes sociales, lo que le brindó un nuevo campo de investigación. Sus referencias tanto abstractas como expresionistas emergen en fuertes lienzos atípicos, marcados con el sello hashtag. De hecho, es con este símbolo, ahora común, que Léo Mordac se hizo un nombre. A menudo inscrito en el fondo de cualquier composición abstracta, significa su profundo apego no solo al lenguaje en general, sino también, y sobre todo, a su uso tanto real como virtual. Este símbolo, por tanto, le permite establecer claramente un vínculo estrecho entre su trabajo de estudio, el trabajo de calle y su extensión en las redes sociales. Después de numerosas exposiciones colectivas en los últimos años en Suiza (Galerie Speerstra), Aix-en-Provence (Galerie Saltiel) y París con la galería Couteron, las nuevas y originales creaciones de Léo Mordac marcan un punto de inflexión en su carrera. Sin duda, su obra se está afirmando hoy como uno de los valores emergentes del arte urbano y contemporáneo.