Antoine Larrera

Antoine Larrera nació en París en 1992.

Este último se construyó dentro del mundo de la moda y luego se convirtió en un artista autodidacta. En sus creaciones artísticas, notamos una fuerte inspiración de los desfiles de moda con la marcada y muy singular identidad de Rick Owens o los de la casa Comme des Garçons. Su pasión por los cuerpos polimórficos tiene sus raíces en las pinturas de Salvador Dalí.

Antoine Larrera proyecta sobre el lienzo las (de) construcciones de una realidad tomada de la vida. Sus decorados están compuestos por figuraciones o fotografías distorsionadas digitalmente, que se vuelven abstractas mediante manipulaciones en programas informáticos. El hiperrealismo de la fotografía se modifica profundamente para dar lugar a una pluralidad de realidades. Refleja el uso diario que hacemos de lo digital, es decir, captar la realidad, transformarla para que al final no quede ningún elemento auténtico.

Su proceso de creación se asemeja a esos espejos distorsionados, que transforman un cuerpo conocido en uno extraño. El ojo podía detectar objetos familiares en sus pinturas, espacios reconocidos donde Antoine Larrera coloca cuerpos de otra dimensión. Encarnaciones que desea que sean reales, de sus fantasías, de sus ensoñaciones, sus pinturas cuestionan la capacidad de los espacios para cautivar imágenes. Es relevante notar el carácter personal en la obra del artista. A través de sus experimentos, los cuerpos infinitamente difractados se convierten en abstracciones sensuales que casi escapan a las extravagancias virtuales y visuales que van más allá de la realidad.

Juega con representaciones para crear imágenes mutantes, pero en pleno contacto con la realidad, donde el espectador corre el riesgo de perder el rumbo.