Blandine Insler

Blandine Insler es una artista francesa, nacida en Montauban en 1978. Vive y trabaja en Rennes. Se graduó en el Instituto Nacional de Ciencias Aplicadas y trabajó durante más de 20 años en una gran empresa, donde lideró una carrera en gestión de proyectos y equipos.

Tomando la visión contraria a los valores de performance y productividad de nuestra sociedad, su pintura busca la belleza en la imperfección, la sencillez, el minimalismo, lo íntimo, la irregularidad, lo crudo, lo intuitivo, lo espontáneo; valores que recuerdan a la ética zen japonesa.

A menudo mal percibida, la ansiedad tiene sin embargo el mérito de ponernos en acción, en movimiento: vida profesional, familia, múltiples proyectos, vida social ocupada; como para estar seguro de vivir, y de vivir intensamente.
Tan intensamente que terminamos perdiéndonos en él.
A veces sólo el cuerpo puede detenernos. El dolor, su violencia, su brutalidad, nos reenfoca en lo más carnal, lo más sensorial, lo más existencial. Nos recuerda lo fugaz que es nuestro paso y nos hace más humildes sobre el sentido de nuestra vida.
Lo que podría resultar deprimente es, en última instancia, un sentimiento calmante y liberador. Menos ambición, menos presión, intenta modestamente tener una vida placentera y dar placer a quienes te rodean. Encontrar el alineamiento con nuestros propios valores, el único vector real de significado.
Mi pintura representa esta búsqueda, un ciclo de trabajo tras otro.
A contracorriente de nuestra sociedad del performance, busco la belleza de la materia prima, del movimiento espontáneo e intuitivo, de la imperfección.
Me anima el deseo de conservar el recuerdo del gesto; anclarlo en el tiempo, en lo íntimo y efímero.
Particularmente sensible a las obras de André Marfaing, Hans Hartung y Jean Miotte, desarrollé mi propio proceso, impulsado por la música.
Me permite alcanzar un estado de autopresencia tan intenso que esta energía del momento llevará el movimiento: armonioso con la mano derecha, sensualmente imperfecto con la mano izquierda, libre de todo juicio cuando se crea con los ojos cerrados.
En una búsqueda constante de pureza y exactitud, me gusta dejarme sorprender por la estética visceral de su traza.
Cuando la ansiedad corre sin cesar hacia el futuro, el gesto crudo es el ancla, el presente domesticado, el apaciguamiento. Libertad.

Blandine Insler