“Hemos estado donde tú vas”. es una frase que captura la confusión entre el pasado y el presente y es un recordatorio de que todo lo que deseamos ha sido buscado por otros antes que nosotros. La edición revisada de esta serie colaborativa de collages de fotos de Barbara Levine y Martin Venezky, presentada en esta exposición, explora la línea del horizonte.

Barbara y Martin coleccionan fotografías vernáculas, pero la forma en que responden a sus imágenes es diferente y el diálogo entre ellos fundamenta su trabajo. Bárbara reconoce lo sublime que se oculta a simple vista y ve cómo las imágenes de un valor aparentemente limitado a menudo rebosan de tensión y belleza. Martin, por otro lado, es parcial a lo anodino. La falta de estética le recuerda lo rápido que las imágenes que apreciamos pueden vaciarse de valor. Para las fotografías que realizan juntos, Barbara y Martin construyen un nuevo encuentro con el pasado, y con la fotografía misma, al reorganizar la línea del horizonte para confundir el tiempo. Separan fotos anónimas colocándolas una al lado de la otra, combinándolas y recombinándolas para crear yuxtaposiciones inesperadas.

Cuando descubren conexiones y forman relaciones, el abrumador anonimato de cualquier instantánea da paso al misterio. Un detalle involuntario puede exigir toda la atención de los artistas. A medida que se construye la composición, agregan segmentos de las fotografías en color abstractas de Martin para conectar el realismo y la abstracción para crear una inmediatez desafiante. La relación fotográfica entre lo pictórico y lo abstracto es una de las comprensiones más fundamentales del lugar y el tiempo.

El “lugar” es algo que llevamos con nosotros: un resumen de nuestros recuerdos internos mapeados en el paisaje actual a medida que lo atravesamos. Sin embargo, la continuidad de la tierra tiene su propio marco de tiempo ininterrumpido y es mucho más largo y constante que el tiempo interrumpido y distraído que podemos pasar con ella. Mientras buscamos lo universal, siempre nos hace tropezar nuestra propia presencia. Barbara y Martin no conocen a las personas que pueblan sus fotografías, pero pueden encarnar su aburrimiento, su ansiedad y el sol del desierto en la nuca. Los sujetos fotográficos eligieron capturar sus momentos por razones desconocidas. Bárbara y Martín han elegido unirlos para conjurar futuros lugares e infinitas posibilidades. Los artistas comparten: “Ellos han estado donde vamos”.