Nathanael Koffi

Captar la multitud de colores del mundo sensible para transcribirlos en su entorno con poesía, tal es el trabajo de Nathanaël Koffi.

Nacido en 1995, este joven artista visual, apodado el “Color Dealer", utiliza todos los medios, sin distinción, para imprimirles su colorido.

Desde coches hasta patinetas, desde madera hasta metal, desde lienzo hasta escultura, su creatividad no tiene límites. Le gusta desviar ciertos objetos cotidianos para realzar el mundo que lo rodea.

Su uso de la abstracción, asociada a la variación de colores y patrones, lleva al espectador a extraerse de su propia realidad.

La parte intuitiva de su trabajo contrarresta la precisión y el rigor inherentes a la creación de sus obras. En efecto, Nathanaël crea con libertad, dejándose guiar por sus emociones y su instinto: sin bocetos, sin preparación previa. La composición del color es gratuita.

Muy influenciado en particular por los tonos pastel de Wes Anderson, el fauvismo de André Derain o las composiciones abstractas de Sonia Delaunay, al “Color Dealer" le gusta combinar diferentes capas de color, sin conexión aparente entre sí, y revelar su armonía.

Nathanaël Koffi desarrolla un lenguaje universal a través del color.

Detrás del aspecto lúdico e ingenuo de sus obras, el artista ofrece una reflexión sobre la condición humana más allá de las apariencias y las convenciones.