Pascal Chesneau

La madera está en el origen del deseo de esculpir de Pascal Chesneau, una vocación tardía, después de un camino atípico.

Su bestiario compuesto principalmente por animales salvajes y caballos. Lejos de encerrarse en un solo material y encontrar su trabajo en madera demasiado liso, demasiado redondo, decide acercarse a otros materiales.

Una técnica mixta (papel, madera, producto estructurado ...) que le permite producir piezas más acertadas, más nerviosas, más aéreas. Desde 2010, una nueva visión de su trabajo, basada en la transparencia, le ha obligado a cambiar el material: será la chapa soldada (techo del coche).

Muy involucrado durante años en la protección de especies en peligro de extinción, este escultor intenta con sus piezas transmitir este mensaje y concienciar sobre este tema. Una obra sensible y poderosa que le ha valido numerosas distinciones, entre ellas la de 'Artista de vida salvaje del año', así como la medalla de plata para artistas franceses.