Stikki Peaches

Satíricas y sarcásticas, las obras del "Artista callejero" Stikki Peaches invitan al espectador a detenerse, cuestionar, analizar. Originario de Montreal, sus obras únicas se pueden encontrar hoy tanto en galerías como en las paredes de las principales ciudades del mundo.

Hijo de padre sastre y madre diseñadora, dio sus primeros pasos como diseñador de moda. Esta industria influirá fuertemente en su práctica artística. De niño estuvo rodeado de una infinidad de bocetos, patrones y muestras de telas, que coleccionó y se divirtió transformando con lápiz o pintura, ensamblándolos y dibujándolos.

Su trabajo tiene sus raíces en este espíritu de reciclaje y reutilización, donde la amalgama de técnicas y medios retrata a diversas figuras de la cultura popular de su infancia. Su estilo icónico se basa en gran medida en estos elementos. A partir de estos, crea composiciones vibrantes que combinan figuras míticas populares, política y símbolos históricos, creando así un choque cultural que está lleno de energía y compromiso.

Muchas son las representaciones de Batman, Elvis Presley, Darth Vader o incluso Mozart, generalmente enriquecidas con referentes o elementos que recuerdan el esteticismo de las décadas de 1980 y 1990. Al combinar figuras históricas y populares, Peaches pone en pie de igualdad diferentes nociones, así facilitando la comprensión de sus temas al público neófito.

Stikki Peaches ve el arte como un escape, un refugio, que le permite distanciarse de lo que le impide emanciparse, prosperar como ser humano y como artista. Su lema “¿Y si el arte gobernara el mundo? ”Encaja en este contexto. Esta pregunta es al mismo tiempo una posición del artista, que considera que si el mundo fuera regido por el arte, todos los conflictos y otros trastornos que agobian a nuestra sociedad contemporánea ya no tendrían razón de existir. A través de sus obras, Peaches invita al espectador a una discusión, preguntándole sobre el lugar y el efecto del arte. Su práctica artística apunta en última instancia a democratizar el arte. Al integrar referentes populares y producir sus obras en lugares comunes y no tradicionales, facilita el acceso y se posiciona frente al hermetismo y elitismo generalmente atribuido a las prácticas artísticas contemporáneas. Este afán de accesibilidad se refleja en una mayor presencia en las redes sociales, donde su notoriedad se multiplica por diez por el aura de misterio que la rodea. Sus obras, caprichosas, coloridas e icónicas, se adaptan a esta cultura digital centrada en la importancia de la imagen.

Las obras de Stikki Peaches se pueden encontrar en varias colecciones privadas de Estados Unidos, Europa y Canadá. Crea murales en todo el mundo, incluso en las oficinas de la sede de Nike en Nueva York. Desde 2013 participa en el festival MURAL, evento que despliega el arte urbano en Montreal. Su obra MO.Z. fue seleccionada en 2016 para representar la marca Romeo, una nueva ginebra canadiense bajo el estandarte Pure Vodka. Sus obras también se presentaron como parte de un evento especial en el Musée National des Beaux-Arts du Québec.