Augusto Torres

El hijo mayor de Joaquín Torres-García, Augusto fue un participante activo en la vida artística de su padre. Al crecer principalmente en Italia y Francia, el joven artista conoció a muchas de las grandes figuras del arte del siglo XX, incluidos Pablo Picasso, Piet Mondrian y Joan Miró. Durante la década de 1930, mientras vivía en París con su familia, Augusto fue aprendiz del escultor Julio González y estudió dibujo en la academia de Amedée Ozenfant. Introducido al arte del norte de África y de los indios americanos por el pintor Jean Hélion, también fue en París donde el artista desarrolló su pasión por el arte tribal y primitivo.

Después de que Torres-García trajera a su familia a Uruguay en 1934, Augusto participó en todas las actividades del taller de enseñanza de su padre, el Taller Torres-García. Augusto, uno de los miembros más conocidos y respetados del Taller, más tarde se convirtió en maestro, instruyendo e influyendo en las siguientes generaciones de artistas. A lo largo de su vida, Augusto viajó mucho, incluidos dos años viviendo en Nueva York. A partir de 1973 reparte su tiempo entre Barcelona y Montevideo.

El arte de Augusto se ha exhibido internacionalmente tanto en exposiciones individuales como colectivas, y su obra está incluida en las colecciones de instituciones como el Museo Torres-García, Montevideo; el Museo de Arte Moderno de Nueva York; el Museo de Arte de Santa Bárbara, y la Fundación Miró, Barcelona.