Toruz

Toruz nació, creció y vive entre Montpellier y Nîmes. Procedente de un entorno de artistas y artesanos, pronto mostró una atracción por las actividades manuales y creativas.

Más por la razón, sigue un curso científico y se convierte en ingeniero en el Conservatorio Nacional de Artes y Oficios. Sus temas de tesis estarán dedicados a los fractales, luego a la contribución de la estética en las interfaces gráficas entre el hombre y la máquina.

Tras profundos cambios en su vida y en busca de sentido, Toruz siente una necesidad vital e imperiosa de volver al dibujo para dar forma a sus esculturas, de experimentar la creación como manifestación de una belleza salvadora.

Entre cuestiones ecológicas y variadas representaciones de superficies, Toruz utiliza materiales de origen vegetal, polvos de concha y madera. Sus esculturas de Biopolímero son como una primitiva arcilla digital y matemática que transforma, lija y pinta con mimo y paciencia según los métodos tradicionales.

El historiador del arte Herbert Read vio al matemático como un artista abstracto "excepto que no cultivó la capacidad de expresar sus diseños en material plástico".

Toruz es un artista abstracto que cultiva su habilidad para expresar sus influencias matemáticas en forma de escultura. Despeja un terreno común de matemáticas y arte en el que coloca su propia creatividad.

Las dos colecciones Dénouements y Néocoquillages se encuentran actualmente en el corazón de la obra de Toruz.

Las esculturas de la colección Dénouement son fruto de la búsqueda de la expresión de la belleza en la pureza. Como arabescos, evolucionan según un desequilibrio controlado. Formas fluidas de blancura evanescente, cada una de ellas se asienta sobre una base de roble macizo. El conjunto refuerza la sensación de ligereza y voluptuosidad. Algunas de estas obras se crearán en tamaños muy grandes (1,2 m a 2 m) para que puedan revelarse por completo.

La colección Néocoquillages en particular, con las piezas Héloïde, Lotus y Néotilus, fue imaginada e inspirada en el modelado de un nuevo material resultante del reciclaje de vieiras, ostras y mejillones. Tras el dibujo y diseño de neoshells, el complejo y delicado dominio de este material ofrece un acabado y una veta única donde la luz juega con las difracciones de los materiales orgánicos. Es una segunda vida que se le ofrece a las conchas y los desechos producidos durante la escultura se reutilizan para otras piezas.