David Lipszyc

David LIPSZYC nació en París en 1933, pintó desde pequeño sin poder separar su pasión por la música, las letras y la pintura.

Después de realizar las más diversas actividades, abandonó Francia en 1956 y se instaló en Brasil donde continuó sus investigaciones plásticas. Durante 12 años se familiarizó con los problemas de la percepción, ayudado por su esposa, psicóloga de formación.

Animado vigorosamente por el filósofo y galerista belga Henri Van Lier, a quien conoció en Bruselas en 1967 y que luego se convirtió, junto con su esposa, en un gran coleccionista de pinturas del artista, en 1968 Lipszyc regresó definitivamente a París.

Desde sus primeros trabajos descubrimos en él una profunda predilección por lo modular, que orienta su investigación hacia temas-sujetos con variaciones y le introduce naturalmente en el mundo de los signos. En 1966 diseñó un módulo con autonomía plástica propia. Este módulo también tiene cualidades de apertura, lo que le permite, a través de su repetición, integrarse en estructuras más grandes y así crear grandes superficies estructuradas, generando nuevas entidades artísticas impredecibles.

Con esta actitud David Lipszyc también quiso participar en una popularización del arte intentando romper con la noción de pieza única. Él llama a sus obras proposiciones, el espectador puede imaginar otras, en principio todas igualmente válidas. Para él, se trata de animar al espectador a ser él mismo el autor de lo que ve.

Se le dedicaron numerosas exposiciones personales de 1965 a 1968, en América del Sur y luego en Europa hasta 1982. Recibió el premio de la crítica en Amberes en 1969, participó en el Salón de los Independientes en 1978 y en numerosas exposiciones colectivas hasta que en 1982 año se retiró de la vida pública sin dejar de trabajar asiduamente.